¿Recuerdas cómo te gustaba pintar con tizas? Seguro que a tus peques también les encanta. Incluso estamos casi convencidos de que tienen una pizarra en su habitación o en el salón de casa.
También puede ser que ya estéis un poco hartos del polvillo que genera tu peque artista cuando se le da por pintar con tizas y veis que, el cajetín que llevan incorporadas las pizarras, en realidad no recogen casi nada.
Pues nosotros no venimos a decirte cómo puedes solucionar el problema del polvo de tiza, pero sí queremos ofrecerte una alternativa de diversión loquísima y que seguro triunfará en tu casa:
PINTAR CON TIZAS EN EL SUELO
A lo mejor estás pensando que nos hemos vuelto locos y puede ser que tengas razón. El caso es que, a los peques es una actividad que les encanta. No sabemos muy bien si porque se les multiplica el espacio en el que pueden pintar o porque es una superficie muy poco habitual donde hacerlo.
Es una actividad sencilla, que os mantendrá entretenidos un buen rato y que podéis hacer dentro de casa, en el patio (si tenéis), en el balcón… O también podéis aprovechar que los peque ya pueden salir a la calle un arto al día para decorar las calles de vuestro barrio. ¡Imaginación a tope de power!
En nuestro patio, hay quién está aprovechando el espacio para hacer los deberes que las profes están mandando a través de las reuniones de zoom. (Van a llegar a Septiembre preparadísimos).
No sufras por las manchas. Luego se queda todo «como los chorros» con un simple manguerazo o con la fregona. Arte efímero, que le llaman. Esta será una de esas ocasiones en las que limpiar también puede ser muy divertido.
Si vais a pintar con tizas dentro de casa, quizá sea necesario establecer unas reglas que queden claras desde el principio:
Normas para los artistas:
Créenos si te decimos que es muy fácil limpiar el suelo con fregona o con una bayeta húmeda.
Si vais a pintar con tizas en el exterior, es posible relajar un poco las normas. Aunque, tú mejor que nadie sabrás donde poner los límites.
Podemos sugerir pintar libremente y concentrarnos en la actividad, disfrutando de un momento de silencio.
Es alucinante ver como, cuando pasan un rato enfrascados, están absortos y concentrados en sus creaciones.
Aunque también podéis aprovechar para hacer un «flash back» a la infancia y enseñarles algunos de los juegos que inundaban los patios de los colegios cuando éramos pequeños. ¿A que te vienen a la cabeza unos cuantos de esos que se practicaban dibujando circuitos en el suelo y utilizando una piedra (o algo parecido) como un sofisticadísimo complemento?
Te podemos garantizar que pasaréis un rato super creativo, divertido y mágico.
¿Por qué no pruebas y nos cuentas?
¿Te ha gustado nuestra idea? ¿Te ha resultado interesante o práctica? Nos importa muchísimo tu opinión y nos encantaría leerla.
Comparte con quien quieras y ¡hasta la próxima!
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¡Alucinarás viendo a tus peques hacer magia!
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